Este es sin dudas un episodio muy especial para mí. Tener la oportunidad de compartir esta vez con el maestro Chucho Valdés ha sido espectacular. Cuando tienes la oportunidad de platicar con una leyenda, poder escuchar su testimonio tan cerca y compartir emociones, uff creanme que es una experiencia que no olvidaré y que queda registrada en este espacio tan personal. 

Era inevitable para mí, no quedarme extasiada escuchándolo hablar de grandes figuras de la musica cubana como: José Antonio Mendez, Rita Montaner, Ernesto Lecuona, Arsenio Rodriguez, Celia Cruz, Bola de Nieve, entre otros grandes y por supuesto de su padre, el gran Bebo Valdés. Contó como su casa y en sus primeros años toda esta pléyade de artistas eran parte de su ambiente diario. 

Hablamos de su familia, donde hay muchos grandes musicos también. Empezando por su padre Bebo Valdés, su mamá Pilar que tenía una voz hermosa y que influenció a Mayra Caridad Valdés en su poderoso estilo de interpretación. Habló de manera muy especial de su hermana Miriam Valdés una mujer que le ha aportado tanto a la música cubana, siendo maestra y formando a tan músicos. Habló de su sobrino Roberto Carlos Rodríguez Valdés (Cucurucho Valdés) otro gran pianista de esta casta. 

Me contó como se creo Irakere y de todos los desafíos que tuvo que vivir para poder defender su idea y a la agrupación. Conversamos de cómo fue que logró hacerse internacional. 

Después de escucharlo contar su trayectoria, por supuesto en versión corta, porque sin lugar a dudas su figura, su música y sus testimonios dan para mucho y en 1 hora, era muy difícil poder hablar de todo lo que una figura como él atesora en su recorrido.  

Más que agradecida por esta conversación, por su amabilidad y el cariño con el aceptó dedicarme este momento que quedarán en mi memoria para siempre y que hoy puedo compartir con ustedes en este canal. 

Chucho Valdés no solo es un grande musicalmente, tiene una nobleza , encanto y sencillez que te dejan rendid@. Para él la gran enseñanza de su vida está en no rendirse, en nunca rendirse. 

Gracias maestro